La transposición extremadamente suave de la Directiva Europea, sobre todo en el capítulo de "Auditorías Energéticas" en la que se permite que las auditorías las pueda realizar personal interno de la empresa y sustituir parcialmente la auditoría energética por certificaciones energéticas de edificios implicará menores ahorros energéticos para las grandes empresas, menores ingresos fiscales para la Administración y un menor crecimiento para las empresas del sector.